Poesía, información personal

lunes, 12 de agosto de 2013

Soy un caso perdido (Mario Benedetti)


Soy un caso perdido

 
Por fin un crítico sagaz reveló

(Ya sabía yo que iban a descubrirlo)

que en mis cuentos soy parcial

y tangencialmente me exhorta

a que asuma la neutralidad

cómo cualquier intelectual que se respete.

 
Creo que tiene razón, soy parcial de esto no cabe duda

más aún yo diría que un parcial irrescatable

caso perdido en fin

ya que por más esfuerzos que haga

nunca podré llegar a ser neutral.

 
En varios países de este continente

especialistas destacados

han hecho lo posible y lo imposible

por curarme de la parcialidad

por ejemplo en la biblioteca nacional de mi país

ordenaron el expurgo parcial

de mis libros parciales.

 

En Argentina me dieron cuarenta y ocho horas (y si no me mataban)

para que me fuera con mi parcialidad a cuestas

por último en Perú incomunicaron mi parcialidad

y a mí me deportaron.

 
De haber sido neutral, no habría necesitado

esas terapias intensivas,

pero qué voy a hacerle, soy parcial

incurablemente parcial

y aunque pueda sonar un poco extraño

totalmente parcial.

 

Ya sé, eso significa que no podré aspirar,

a tantísimos honores y reputaciones

y preces y dignidades

que el mundo reserva

para los intelectuales que se respeten

es decir, para los neutrales;

con un agravante,

como cada vez hay menos neutrales

las distinciones se reparten entre poquísimos.

 

De mis confesadas limitaciones

debo reconocer que a esos pocos neutrales

les tengo cierta admiración

o mejor les reservo cierto asombro

ya que en realidad se precisa un temple de acero

para mantenerse neutral ante episodios como:

girón

tlateloco

trelew

pando

la moneda.

 
Es claro que uno y quizá sea esto lo que quería decirme el crítico

podrá ser parcial en la vida privada

y neutral en las bellas letras

digamos indignarse contra Pinochet

durante el insomnio

y escribir cuentos diurnos

sobre la Atlántida.

 

No es mala idea y claro, tiene la ventaja

de que por un lado uno tiene conflictos de conciencia

y eso siempre representa un buen nutrimento para el arte

y por otro no deja flancos para que lo vapulee

la prensa burguesa y/o neutral.

 
No es mala idea, pero ya me veo descubriendo o imaginando

en el continente sumergido la existencia de oprimidos y opresores,

parciales y neutrales, torturados y verdugos

o sea la misma pelotera

Cuba sí Yanquis no.
 

De manera que, como parece que no tengo remedio

y estoy definitivamente perdido

para la fructuosa neutralidad,

lo más probable es que siga escribiendo cuentos no neutrales

y poemas y ensayos y canciones y novelas no neutrales

pero advierto que será así

aunque no traten de torturas y cárceles

u otros tópicos que al parecer

resultan insoportables a los neutros

será así aunque traten de mariposas y nubes

y duendes y pescaditos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario